Por Ricardo Puentes Melo
Enero 15 de 2012
¿Por qué Carlos Alonso Lucio no pudo
acompañar a su esposa, la Fiscal Viviane Morales, a Miami donde Darío
Silva la homenajeó en esa sede de la Iglesia Casa sobre la Roca?
Lo contamos antes aquí, pero lo
repetimos: En 1989 unos oficiales castristas fueron asesinados por el
camarada Fidel con la excusa de que Castro no “tolerará el
narcotráfico”. Uno de los fusilados, Antonio de la Guardia, antes de
morir gritó a todo pulmón que los narcotraficantes no eran ellos, sino
la banda criminal del M19, cuyas operaciones de narcotráfico, siendo
enlace entre Pablo Escobar y Fidel Castro, eran manejadas por Ramiro
Lucio y su sobrino Carlos Alonso Lucio. Este último también sirvió a
los intereses del Cartel de Cali.
Antonio de la Guardia también dijo a
voz en cuello que los Lucio le habían dicho que llevar droga a Estados
Unidos era una de las tantas formas de lucha. Por supuesto, en esa
época Carlos aún no tenía esposa Fiscal, porque seguramente se habría
ufanado de esa otra combinación de formas de lucha.
El asunto es que nos extrañó que en
estas vacaciones que se dio la Fiscal Morales, no hubiera llevado a su
esposo, Carlos Alonso Lucio.
Y encontramos la razón. Debido a todos
esos nexos con los carteles de la droga, el gobierno de los Estados
Unidos de América le canceló la visa. El Tiempo de julio 19
de 1996 lo dice así: “(..) fuentes en Washington confirmaron que la
administración Clinton decidió cancelarles la visa a (Carlos Alonso)
Lucio y (Álvaro) Benedetti por sus nexos con el narcotráfico.”
La visa, cosas de la vida, le fue
cancelada una semana después de que se hiciera lo mismo con Ernesto
Samper, defendido por Viviane Morales en la Comisión de Acusaciones,
logrando que lo declararan inocente de haber recibido dinero del Cartel
de Cali para su campaña presidencial.
Grave asunto: Nuestra Fiscal General
defendió al presidente Samper, ayudando a la mafia; se le acusa también
de asesorar paramilitares, de haber estafado al Estado fingiendo ser
incapacitada con el fin de reclamar tres mil millones de pesos; se le
acusa de que ella, cuando trabajaba como periodista en Caracol, habló
condenatoriamente, prejuzgando, sobre casi todos los casos (contra
militares y demás) que hoy maneja como Fiscal. ¿Podremos confiar en su
imparcialidad cuando ella, como dijimos, condenó públicamente a quienes
hoy tiene en sus caprichosas manos? No lo creo.
Ahora, para completar el ramillete de sorpresas, encontramos que a su amado Lucio le cancelaron la Visa por narcotráfico.
Esa Fiscal no tiene presentación, le da mal aspecto al país.
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