En estos días se cumplen seis meses de
la detención de Alejandro Peña Esclusa por orden de Hugo Chávez. Ese 12
de julio hombres de la inteligencia venezolana allanaron la vivienda de
Peña Esclusa y lo acusaron de terrorista y de guardar una estrecha
relación con Francisco Chávez Abarca, un bandido salvadoreño. Antes de
ser detenido, Alejandro Peña había grabado en video una declaración
suya anticipando la jugada de Hugo Chávez de montarle evidencia falsa
para ponerlo tras las rejas o ejecutarlo.
Hugo Chávez se basó en dos “pruebas”
para acusarlo. Una, la supuesta confesión de Francisco Chávez Abarca;
la otra, los explosivos tipo C-4 que encontraron en su casa.La primera de las “pruebas”, la confesión de Chávez Abarca, jamás se pudo confirmar por parte de la defensa porque
el delincuente salió asilado hacia
Cuba casi que de inmediato. La segunda de las pruebas, los explosivos
hallados en la residencia de Peña Esclusa, es verdaderamente absurda.
Los organismos de inteligencia aseguraron haber encontrado varios kilos
de este peligrosísimo C-4 en el cajón del escritorio de la hijita de
ocho años, María Angélica. Una niña de ocho años, terrorista..
francamente demencial.
Así pues, conociendo de años y años la
trayectoria del nuevo mejor amigo de Juan Manuel Santos, no es
descabellado asegurar que esto es un montaje tosco y poco inteligente,
solamente digno de una mente como la de Chávez.La pregunta que nos hicimos muchos colombianos fue.. ¿Por qué Chávez le hace esto..?
Logramos que el no hace mucho candidato presidencial, Alejandro Peña Esclusa, nos concediera una entrevista para preguntárselo.
PERIODISMO SIN FRONTERAS:
Señor Peña, muchos colombianos no conocen exactamente quién es usted ni
por qué está en prisión. ¿Puede decirnos cómo empieza su lucha política
y por qué Hugo Chávez lo considera tan peligroso..?
ALEJANDRO PEÑA ESCLUSA:
Mi lucha contra Chávez comenzó en mayo de 1995, cuando él se inscribió
en el Foro de Sao Paulo, organización que agrupa a todos los
movimientos de izquierda de América Latina, incluyendo las FARC. Lancé
mi candidatura a la Presidencia de Venezuela en 1998 para advertir
públicamente que si Chávez llegaba al poder, le entregaría Venezuela a
Fidel Castro y a la guerrilla colombiana, como en efecto ocurrió.
Llevo años trabajando intensamente para evitar que el modelo chavista se expanda por la región.
PSF:
Todos conocemos la trayectoria de valentía del pueblo venezolano, y su
recia oposición a los gobernantes que no han cumplido sus expectativas.
¿Por qué siguen permitiendo que Hugo Chávez permanezca en el poder..?
APE: Porque nuestros
líderes opositores no han querido aceptar esta simple y cruda realidad:
Chávez jamás abandonará el poder por la vía pacífica y electoral.
Los partidos opositores insisten en
promover única y exclusivamente una estrategia electoral para salir de
la crisis, pese a que Chávez se burla constantemente de la Constitución
y de la voluntad popular.
PSF:
Es realmente preocupante su análisis de que Chávez no dejará el poder
por las vías legales del voto popular. ¿Por qué afirma usted de manera
tan tajante que no existe una salida electoral a la crisis venezolana..?
APE: Los gobiernos del
ALBA aplican un método perverso -pero a la vez muy eficiente- para
destruir la democracia desde dentro. Consiste en llegar al poder
legítimamente, por la vía electoral, y luego se apropian de todos los
poderes públicos, convocando a una Asamblea Constituyente. Además,
modifican la Carta Magna para poder perpetuarse en la Presidencia.
Una vez obtenido el control total de
los poderes públicos, se apropian también del sistema electoral,
nombrando autoridades sumisas, colocando máquinas electrónicas
manipulables y tergiversando el padrón electoral.
Desde el año 2002 hasta hoy, todas las elecciones en Venezuela han sido fraudulentas.
PSF: Entonces ¿Cree usted que la única manera de derrocar a Hugo Chávez sería mediante un golpe de Estado…?
APE: No es necesario,
ni conveniente recurrir a un golpe de Estado. Nuestra Constitución
plantea vías pacíficas, democráticas y constitucionales, para lograr un
cambio de gobierno cuando los caminos electorales han sido cerrados.
Están contempladas en los Artículos 328, 333 y 350 de la Carta Magna
(*), que ordenan al ciudadano, civil o militar, defender la
Constitución y desconocer a las autoridades que violen la ley. Es lo
que llama desobediencia civil.
PSF:
Señor Peña, aquí la desobediencia civil es un concepto que no
entendemos bien. ¿Podría darnos ejemplos concretos de cómo se
evidenciaría esta desobediencia civil..?
APE: La aplicación de
la desobediencia civil para lograr un cambio de gobierno consiste en
llevar a cabo una protesta pacífica, generalizada, simultánea y
sostenida, hasta que el gobierno se vea obligado a renunciar.
Es muy similar a un plebiscito o a
referéndum popular, pero llevado a cabo sin votos. En lugar de mesas
electorales, hay focos pacíficos de protesta. En lugar de testigos y
jefes de mesa, hay coordinadores de cada grupo que protesta. En lugar
de electores, hay gente que protesta pacíficamente. En lugar de
propaganda electoral, hay artículos, volantes, mensajes electrónicos y grafittis, exigiendo la renuncia del presidente. Los dos esquemas se parecen, porque ambos son expresiones de la voluntad popular.
La primera vez que este método se
implementó con éxito en América Latina fue el 19 de abril de 1810,
cuando los caraqueños obligaron a renunciar al Capitán General español,
Vicente Emparan; y la más reciente fue en diciembre del año pasado,
cuando los bolivianos salieron masivamente a la calle para obligar a
Evo Morales a derogar el decreto que aumentaba el precio de los
combustibles.
En estos últimos años, este tipo de
desobediencia civil o “plebiscito popular” se ha utilizado para lograr
cambios de gobierno en varios países: De la Rúa (Argentina), Color de
Melo (Brasil), Carlos Meza (Bolivia), Abdalá Bucaram (Ecuador), Alberto
Fujimori (Perú), y más recientemente Manuel Zelaya (Honduras).
En el año 2005, publiqué un libro
titulado “350″. (http://bit.ly/cwBwHZ) en donde explico detalladamente
a los venezolanos cómo llevar a cabo una acción exitosa de
desobediencia civil.
PSF:
Pero ¿No cree usted que este esquema podría degenerar en violencia?
¿Cómo sería la transición con un esquema de este tipo? ¿Cuánto tiempo
podría llevarle a Venezuela librarse por esta vía del yugo de Chávez?
APE: Es obvio que
Chávez intentará mantenerse en el poder desatando la violencia; pero
así como los militares venezolanos no están dispuestos a dar un golpe
de Estado, tampoco están dispuestos a reprimir con violencia a civiles
desarmados que reclaman sus derechos. Luego vendría un gobierno de
transición, cuya principal misión sería depurar los poderes públicos
-para que recuperen su autonomía- y convocar a unas elecciones
manuales, limpias y transparentes.
Esto ya ocurrió en Venezuela en el año
1958, cuando una acción de desobediencia civil y militar generalizada
provocó la renuncia del dictador Marcos Pérez Jiménez. Luego vino un
gobierno de transición que convocó a elecciones generales. Así comenzó
un largo período de democracia, que fue alabado en el mundo entero.
Creo que un cambio de gobierno podría
darse este mismo año, sobre todo si los partidos políticos opositores
asumen de una buena vez que no hay salida electoral a la crisis.
PSF:
¿Por qué confía tanto en los militares..? A estas alturas de las
circunstancias, ¿podría asegurarse que siguen defendiendo la
democracia..? Con estos asesores cubanos, ¿no teme usted que el
ejército venezolano esté lo suficientemente adoctrinado..?
APE: Las Fuerzas
Armadas están disminuidas y desmoralizadas, pero no son comunistas, ni
siquiera los integrantes del Alto Mando. Los generales son oportunistas
que se dejan comprar por Chávez, pero a sus espaldas se ríen de su
proyecto. Cuando Chávez les ordene matar gente inocente y desarmada se
van a negar. Ellos saben bien que los delitos de lesa humanidad
conllevan cadena perpetua y que no prescriben.
PSF: ¿No teme ser acusado de golpista por Chávez…?
APE: Cuando Chávez
acusa a sus opositores de “golpistas” comete un acto supremo de
cinismo, porque desde el 4 de febrero de 1992 hasta el 17 de diciembre
del año pasado -cuando se hizo aprobar una Ley Habilitante que le
otorga poderes para legislar- no ha parado de dar golpes a la
Constitución.
PSF:
Estados Unidos ha tenido fuertes diferencias con Hugo Chávez. Y es
evidente que allá tienen información de la complicidad de Chávez con
grupos narcoterroristas. ¿Cuál es la razón por la que no han
intervenido, como sí lo hicieron en el caso de Noriega..?
APE: Chávez y el
gobierno de los Estados Unidos mantienen una relación hipócrita. Ambos
se acusan verbalmente, pero lo único que realmente les interesa es la
compra-venta de petróleo.
El supuesto anti-imperialismo de Chávez
es una excusa para justificar la represión en Venezuela, alegando
falsamente que toda forma de oposición es pro-yanqui. Pero Chávez no es
anti-imperialista, porque es obvio que le gusta subordinarse al
imperialismo cubano.
PSF:
Respecto a Cuba, ¿cómo es posible que el pueblo venezolano permita esa
intromisión tan descarada en los asuntos internos de Venezuela..?
APE: El pueblo no
acepta esta invasión castro-comunista cubana, pero hasta ahora lo ha
permitido porque el propio gobierno la auspicia, la financia, la
ampara, y la protege con las armas de la nación.
PSF: ¿Considera usted que el G2 cubano también está actuando en Colombia..?
APE: Sin duda,
auspiciada y financiada por Chávez. Hoy en día no se puede hablar de
dos gobiernos diferentes. El régimen de Chávez es sólo un apéndice de
la dictadura cubana.
PSF: ¿Cuál es su lectura de las declaraciones y actuaciones de Juan Manuel Santos al llamar “mi nuevo mejor amigo” a
Chávez, y al guardar silencio ante las
denuncias que hizo el gobierno de Uribe sobre los campamentos de las
FARC en territorio venezolano..?
APE: La
mayoría de los venezolanos interpreta que las declaraciones de Santos
obedecen a su interés de cobrarle a Chávez las deudas que mantiene con
Colombia.
Pero con su actitud complaciente,
Santos no sólo está ofendiendo al pueblo venezolano, sino que está
alimentado un monstruo que podría hacerles mucho daño a los colombianos.
PSF: ¿Considera usted que Colombia terminará formando parte del bloque comunista comandado por Hugo Chávez..?
APE: Pese a los
errores que en mi opinión está cometiendo Santos, no creo que eso
ocurra, porque décadas de lucha armada contra las FARC han creado
dentro de Colombia una conciencia muy clara sobre lo que conviene y lo
que no conviene a su país.
Los colombianos saben bien que Chávez
es aliado de las FARC; y no cometerán el error de caer en las garras
del Socialismo del Siglo XXI y de regresar a la violencia del pasado.
PSF: ¿Qué cree usted que deba hacer Colombia para evitar que nuestro país se convierta en una Cuba o una Venezuela..?
APE: Primero, seguir
aplicando la Política de Seguridad Democrática, tal como se aplicó
durante el gobierno de Uribe. Y segundo, denunciar el modelo chavista
de manera clara y abierta.
Al gobierno de Chávez no le queda mucho
tiempo en el poder. Santos debería dejar de congraciarse con un régimen
forajido y moribundo, y buscar más bien relacionarse con el próximo
gobierno.
PSF: ¿Comparte usted nuestra apreciación de que La Tercera Vía de Santos es un eufemismo para el Socialismo del Siglo XXI..?
APE: No creo que
Santos sea realmente un socialista, sino un “relativista pragmático”.
Me explico. Álvaro Uribe y Roberto Micheletti son presidentes con una
visión “principista”; es decir, se rigen por ciertos valores y
principios que no están dispuestos a cambiar, porque consideran que son
importantes para el bienestar de sus naciones.
Esa visión trascendente les proporciona
un carácter firme y decidido, que los ayuda a enfrentarse con éxito a
fuerzas poderosas y a transformar positivamente a sus respectivos
países.
En cambio, Juan Manuel Santos y
Porfirio Lobo son presidentes que tienen una visión “pragmática”; es
decir, se rigen conforme a su propia conveniencia, aunque para ello
deban abandonar algunas posiciones y asumir otras contrarias.
Es este pragmatismo es el que lleva a
Santos a declarar que Chávez es su “nuevo mejor amigo”, pese a conocer
con detalles sus nexos con las FARC. Es este mismo pragmatismo el que
lleva a Porfirio Lobo a gestionar el regreso de Zelaya sin ser juzgado,
aunque sabe que cometió graves delitos.
Creo que en Santos y en Lobo existe
cierta miopía, porque no se dan cuenta de los cambios que se están
dando en el continente. No perciben que el gobierno de Chávez tiene sus
días contados y que la correlación de fuerzas dentro del continente
cambiará drásticamente en los próximos dos años.
PSF: Teniendo
la oportunidad de vivir en otro país, ¿Por qué decide arriesgarse a
permanecer en Venezuela, con las obvias consecuencias de su arresto..?
APE: Sabía
perfectamente que, de quedarme en Venezuela, mi destino sería la
cárcel, y así se lo hice saber a muchos amigos en el exterior. Me
ofrecieron las facilidades para vivir fuera, pero no quise.
La imagen que tienen los venezolanos de
los políticos es muy negativa. Piensan que no tienen interés en el
país, sino en obtener un cargo público y así beneficiarse. Decidí
enfrentar la prisión, aunque sea una gran injusticia, porque considero
que Venezuela necesita de líderes dispuestos a sacrificarse por el bien
la Patria, como lo hicieron muchos dirigentes políticos en el pasado.
PSF: ¿Cree usted que podrá ser Presidente de Venezuela en corto plazo…?
APE: No es momento de
pensar en candidaturas presidenciales. Si los dirigentes opositores
aceptasen la realidad -es decir, que esto es una dictadura- no estarían
fantaseando con la Presidencia, sino que se dedicarían única y
exclusivamente a derrotar al tirano.
PSF: Muchas gracias por la entrevista, señor Peña.
Quedaron muchas preguntas pendientes
que esperamos poder formular pronto. Pero nuestra mayor pregunta: “¿Por
qué Hugo Chávez le teme a Alejandro Peña Esclusa?”, ha quedado
respondida en mayúsculas.
La respuesta es sencilla. Alejandro
Peña Esclusa es un intelectual aguerrido y, como intelectual, es temido
por Chávez y los miembros de su gobierno. Peña Esclusa viene luchando
contra los abusos de poder del gobierno desde hace poco más de 15 años;
premiado por organismos internacionales en reconocimiento a su batalla
por la defensa de las libertades y la democracia en América Latina.
Hugo Chávez le teme a Alejandro Peña
Esclusa porque éste último es un hombre de talla internacional, capaz
de vencerlo en las urnas (si existieran las garantías reales para unas
elecciones justas), en el campo del debate de las ideas y en la
transparencia de su vida pública y privada, algo de lo que el coronel
carece. Chávez creyó que confinándolo a una
celda infame, sin luz natural, permitiéndole solamente unos pocos
minutos de sol a la semana, iba a doblegar el espíritu de Alejandro
Peña hasta reducirlo al silencio mediante el miedo y el señalamiento
público injurioso.Pero se equivocó totalmente. La
injusticia lo fortalece y sus simpatizantes se multiplican minuto a
minuto a lo largo del continente.
Lo corroboramos. Alejandro Peña Esclusa
es un gigante de la democracia, un valiente que ama a su pueblo tanto o
más de lo que venera la libertad y la democracia. Y nos sentimos
honrados de contarlo entre nuestros amigos.